La pasión de Gabriel Lobo

Una breve entrevista con Gabriel Lobo, ingeniero Civil Ambiental PUC, ganador del premio SOCHID 2015, nos permitió conocer en mayor profundidad la trayectoria exitosa que ha respaldado este galardón otorgado en octubre pasado. Desde su pasión por la música, su constancia académica, hasta los planes en el futuro y la capacidad de reinvención, Gabriel muestra la figura del estudiante que logra continuar en la academia tanto por su mérito como por la constancia que pone en ésta.

En el XXII Congreso Chileno de Hidráulica, celebrado en Octubre pasado, se otorgó el premio SOCHID, el cual tiene entre sus objetivos propender al desarrollo de la Ingeniería Hidráulica y Ciencias del Agua, así como al perfeccionamiento de los profesionales vinculados a esta disciplina: actividad que incluye el estímulo a los estudiantes universitarios por desarrollar el interés en el área Hidráulica.

La Sociedad cada dos años otorga el Premio SOCHID, destinado al Ingeniero Civil recién titulado que se haya distinguido por su particular interés en esta disciplina, el cual se refleja en un buen rendimiento en sus estudios, y en iniciativas en el campo de la investigación. La selección considera a los Ingenieros Civiles con especialidad Hidráulica, que sea han titulado en el año que se otorga el premio o dos años antes y haber egresado en o después del año 2012.

Este año el premio SOCHID recayó en Gabriel Lobo, Ingeniero Hidráulico UC, quien se destacó durante sus estudios por su buen rendimiento y su activa participación en ayudantías de su especialidad tales como Biotecnología Ambiental, Calidad del Aire y del Agua, Tratamiento Físico-Químico y Biofísica Ambiental, entre otros. A la fecha presente es autor de cuatro artículos en Journal of Hydrology, Hydrological Processes y CATENA. Gabriel cursa actualmente su doctorado gracias a la Beca Fulbright para proseguir estudios en Estados Unidos, y trabaja en el estudio y desarrollo de relaciones lluvia-escorrentía, pérdida de suelo y producción y caracterización de sedimentos en el marco de un proyecto FONDECYT, liderado por el profesor UC Carlos Bonilla.

Gabriel Lobo, ganador del premio SOCHID, recibiendo el galardón de manos del presidente de la sociedad, José Vargas

Gabriel, ¿cuál fue tu reacción al saber que eras el ganador del premio SOCHID 2015?

Igual fue medio inesperado, para serte sincero no sabía a qué premio había sido postulado por parte mi profesor: sólo supe que había sido postulado. Cuando me lo gané me emocioné, pero también me surgió la duda. En verdad no hay mucha información del premio en ninguna parte, pero al buscarlo, encontré a quienes lo habían ganado antes, y constaté que era un permio de peso, de importancia. La SOCHID es de ingenieros hidráulicos, y en verdad yo soy ingeniero hidráulico ambiental, más ambiental que hidráulico, pero que te lo hayas ganado tú igual muestra la importancia de tu trabajo, por sí sólo como también al aporte de la interdisciplina. Luego comprendí que no sólo habían votado los profesores de acá [Universidad Católica], sino de otras partes, ellos también reconocieron el trabajo que había hecho, y eso es igual de gratificante que el premio.

Hablemos en primer lugar de tu persona, de tus pasiones, lo que haces fuera de la academia. Sé que eres un buen pianista ¿nunca pensaste dedicarte a la música profesionalmente?

Toco piano desde los 4 años, aprendí con el método Suzuki, llevo mucho tiempo en ello. Pensé en un momento en estudiar música, pero no… porque la música la tengo como para escape, si la tuviera como mi trabajo siempre ¿Dónde podría escapar? Mi abuela tocaba piano, siempre como hobby, y cuando niño no me gustaba, creo que mis padres tomaron la decisión por mí. Ahora mi favorito es Tchaikovsky, aun cuando sus piezas para piano son reducidas en comparación a sus congéneres románticos. Tiene unos valses lindos, que son simples, pero me gustan: súper poco conocidos. En verdad me apasiona la música, la veo mucho como una herramienta para cortar el día, es bueno llegar a otra cosa al final. En el fondo, lo importante de la música, es saber apreciarla, más que tocar.

Acerca de tu trayectoria, ya reconocida por el galardón obtenido: me llamó la atención que hiciste tu práctica profesional en Isla de Pascua, ¿de qué se trataba? 

Si, fui muy afortunado con eso. Justo en la municipalidad estaban formando una unidad ambiental nueva, con la que querían hacer un concepto sustentable de la isla. La isla tiene problemas muy críticos en contaminación, en los vertederos que a veces combustionan: eso no se ve porque no está en la parte tusrística. Tienen problemas de agua porque las napas freáticas son pocas, hay una gran cantidad de eucaliptus plantados (los que consumen gran cantidad de agua) y no aprovechan el agua de las lluvias. Problema de agua. La isla es de piedra volcánica, por lo que es complicado tener alcantarillado, todo lo que hay es pozo séptico y sólo hay una planta de tratamiento pero es muy pequeña. La idea es tener una pequeña, pero para la comunidad, no centralizada en un lugar.

Trabajé en el diseño, una fase anaeróbica, con un tanque de Imhoff que tiene unas capas horizontales sucesivas y una válvula que libera metano: metano que puede ser ocupado como combustible finalmente. En la fase aeróbica, constaba de un filtro por goteo (trickling filters), que es como una «ducha» en donde el agua contaminada pasa por unas piedras que tienen adherido un biofilm, que consume la materia orgánica. En verdad era muy útil, porque no era caro y tenía un gran impacto positivo en la comunidad.

Sí, es evidente el impacto positivo que puede tener en la comunidad estas obras, ¿cómo fue la implementación?

No sé si lo implementaron, en verdad,  justo coincidió con el cambio de alcalde y creo que no lo terminaron…

¿La dualidad entre la ciencia y la política? Ya había escuchado antes de eso: háblame de la Investigación, ¿cómo llegaste a ella, cuándo decidiste dedicarte a esto?

Al principio el tema me escogió a mí, el profesor necesitaba a gente para realizar un tema… En verdad, todo partió porque el profesor mando un mail para ver quien quería investigar, en un tema de la CONAF y con eso empecé a motivarme. Entonces entré al Magíster y terminé la tesis en un año, pero igual me costó: la terminé en un año porque necesitaban una base de datos climática, entonces tuve que apurarme, porque eran los datos para comenzar un proyecto FONDECYT.

Todos los temas en que he investigado están relacionados con el mismo proyecto FONDECYT, pero son bien distintos unos de otros, como clima, prácticas de conservación del suelo y agua y transporte de sedimento. Me gusta más la investigación que una línea de investigación en específico.

¿Te apasiona la investigación? ¿Cómo te diste cuenta de que querías dedicar tu vida a la academia?

No sé, creo que fue cuando terminé mi tesis, fue gratificante, y yo mismo decidí quedarme porque ya la había terminado. Tuve tiempo libre entre que terminé la tesis y el magister, y ahí decidí seguir estudiando, en un doctorado en el extranjero. A la primera no me resulto, no quedé. Me dio más ánimos igual, me impulsó a meterme de nuevo a la universidad en este proyecto FONDECYT para no salir de este ambiente. Me encantan los Congresos, en cuanto uno ve todo lo que se hace, no solo en un área, me gusta eso de estar al tanto del estado del arte, saber que existen ciertas cosas y que uno puede usarlas un día, por eso – en parte – no me llama mucho la atención el mundo privado. No veo como una posibilidad trabajar en una empresa, me gusta más el ámbito académico. Siento que en una empresa me aburriría, yo creo que la ventaja económica es relativa, en ese aspecto. Hay quienes trabajan en la academia y no tienen problemas financieros, creo que eso es un mito no más. Si vives bien con algo que te gusta, vas a vivir bien siempre. Me gusta esto.

¿Te defines como alguien creativo? La componente de investigar requiere eso, para encontrar un nicho, algo nuevo…

Yo creo que si… o sea, te lo respondo al revés, no me gustan hacer cosas mecánicas: me gusta solamente hacer las partes que involucre innovar. Algo que requiera creatividad. No eso que sea hace una y otra vez y se sabe el resultado, en ese sentido, creo que soy una persona más creativa que «mecánica»

¿Lo has desarrollado o dirías que es inherente? Y lo pregunto en complemento a la formación de los cursos que tuviste que tomar a lo largo de la carrera ¿Potenciaron los cursos tu creatividad?

Encuentro que los cursos fueron bien estructurados: el profesor espera que aprendas algo y lo apliques, pero a medida que se acaban los cursos del plan común, ves que en los últimos  – según yo  – terminas sacándole el provecho que tú quieres sacarle. En los cursos de postgrado, es común que dos personas pueden obtener misma nota pero pueden aprender cosas muy distintas, ahí se ve también lo de la componente personal, que es la creatividad. Uno nunca sabe en qué te puede servir un curso, por ejemplo ahora me sirve «análisis de circuitos», que era un curso eléctrico, nunca lo pensé cuando lo hice.

¿Cuáles son tus planes para tu futuro académico?

Tengo ideas vagas en el futuro, no sé si seré parte del cuerpo docente, me gustaría implementar algo en chile, estar vinculado con el cuerpo docente. Me interesa lo de las comunidades rurales, siento que es en lo que más puedo aportar a las comunidades pequeñas, por ejemplo el tema del agua, en las zonas desérticas y en los poblados pequeños.

En el futuro quiero investigar en algo que es radicalmente opuesto a lo que hago ahora: tratamiento de agua y generación de energía con membranas. Una es el inverso de la otra. Una es para separar la sal del agua del mar y la otra es para usar el potencial eléctrico que existe entre el agua dulce y el agua de mar. En chile se tiene este potencial a lo largo de la costa, y seria incluso una forma sustentable de aportar a la crisis energética, me gusta porque son obras pequeñas pero que hacen un gran impacto

¿A qué crees que se debe tu éxito? Y no caigamos en la falsa modestia…

Siento que he hecho lo que se dio naturalmente, hice lo que debí haber hecho no más, pero di todo lo posible. Siento que he hecho bien mi trabajo, pero no que haya hecho algo excepcional. Soy constante. Es la clave, no tengo talento, soy constante. Cuando me gusta y no me gusta lo que tengo que hacer, cuando veo el objetivo final, eso me motiva. Una cosa que me ha enseñado piano es eso, cuando uno lee las notas es una parte fome, o un pasaje difícil, pero cuando uno la hace para un propósito final, uno sabe que vale la pena aunque sea tedioso. Siento que he hecho lo que había que hacer, no siento que haya hecho más. Debo ser constante en el futuro y seguir.

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