Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería

Escribir por esta conmemoración es un verdadero honor, y quiero brindar un homenaje especial a todas aquellas Mujeres Ingenieras de nuestro país.

Esta fecha es una oportunidad para reflexionar respecto de la Mujer en la Ingeniería, pensar en su aporte y cuánto nos puede ayudar a enfrentar los enormes desafíos que tenemos como sociedad, y cómo desde la Ingeniería construimos un mejor país, más equitativo, sustentable e inclusivo.

La mayoría de los y las Ingenieras nos formamos por Académicos hombres, en mi caso de los aproximadamente 60 profesores que tuve en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile (1988-1994), apenas el 8 % fueron Mujeres.

Posteriormente en la vida laboral nunca he tenido Jefas, y sin embargo me ha tocado ocupar este rol en un par de ocasiones, siendo la primera mujer en dicho cargo.

La formación universitaria y laboral en Ingeniería ha estado en manos de los hombres, y eso tiene cierto sesgo, porque ambos géneros tienen su riqueza y su especial contribución, por lo que deberían ambos ser los formadores, mentores o líderes en la vida de cada persona.

Desarrollarse en un ambiente diseñado históricamente por hombres no es simple para una mujer. Para la efectiva incorporación de mujeres en la Ingeniería, donde se puedan desarrollar libremente en sus grupos de trabajo, es importante que las mujeres se sientan parte de esa comunidad. Por el contrario, mujeres que se sienten aisladas en su comunidad es muy probable que pasen a ser parte de las estadísticas de las mujeres que dejan la carrera o salen del mundo laboral.

Las cuotas de género se incorporaron en gran medida por la gran brecha de participación femenina en cargos y directorios, o roles de alta responsabilidad. En una sociedad evolucionada ya no tendríamos que imponer estas cuotas.

La Huella de Género es un indicador que se ha debido incorporar en las Universidades, para estimular la carrera de las académicas e investigadoras, entre otras cosas más, lo cual es una muestra de que no es suficiente que existan frases profundas en las webs de las Instituciones, así como un marketing de las empresas promoviendo Mujeres en sus Directorios, que en la práctica a veces responden a un saneamiento de imagen de las Instituciones, sobre todo cuando hay querellas o demandas legales de mujeres.

Me vienen a la mente Ingenieras de mi vida, así como de la historia, desde Justicia Espada Acuña, aquella primera mujer que se tituló de Ingeniera en el país y en la Universidad de Chile, hasta las más jóvenes que están culminando su carrera universitaria. En todas ellas hubo adversidades, paradigmas que vencer y cuestionamientos.

La Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile se creó en 1842, época en que estaba prohibido que las mujeres tuvieran educación universitaria. En 1877 el decreto Amunategui autoriza a las mujeres a cursar estudios universitarios y en 1913 ingresa la primera mujer a estudiar Ingeniería, doña Justicia Espada Acuña Mena. Es decir, en nuestro país pasaron casi 70 años para que una Ingeniera comenzara su formación, desde que empezaran los Ingenieros su carrera en la primera Facultad de Ingeniería.

Aún ocurre que una Ingeniera debe ser brillante y estar sobre el estándar, para ser designada en un cargo de relevancia y que todos los miembros de la Institución se queden conformes con la decisión.

Cada vez que avanzas en tu carrera como Ingeniera, aparecen elementos distintos en tu vida que debes enfrentar, como la falta de referentes, los estereotipos de género de los medios, la conciliación trabajo y familia, romper con paradigmas de género en las empresas, la no existencia de políticas claras en estas materias, entre otros.

La gran debacle ambiental que tenemos hoy en el planeta, derivada en varios casos por los grandes proyectos de ingeniería, responde a una forma de hacer las cosas impulsada por la dominación del Hombre, como ser, por sobre la Naturaleza, y más de esto ya no es admisible.

El aporte de las mujeres en una Ingeniería que aplique enfoques integrales y una mirada sustentable es fundamental. Esa manera colectiva y las habilidades comunicacionales de las Mujeres es tan distintivo, que para mí es la mejor manera de enfrentar los desafíos de la Ingeniería y construir un futuro mejor, con más Ingenieras dispuestas a tomar roles intensos y tomar decisiones con robustas argumentaciones técnicas, y a la vez humanizadas.

Las Ingenieras en Hidráulica han aportado desde roles silenciosos, y es hora de que esto cambie, ya sea porque se visibilicen sus aportes, porque se promuevan los liderazgos femeninos en investigaciones y proyectos de relevancia, o porque se habiliten los espacios para compatibilizar la carrera de Ingeniera e Investigadora con la maternidad, y por otras acciones y prácticas que consideren que las Mujeres en todas sus etapas tiene algo fundamental por aportar.

¿Cuántas Ingenieras han aportado a tu formación académica y laboral?

¿Cuántas Ingenieras han liderado procesos de cambios en tu Empresa?

¿Cuántas de las Ecuaciones de Mecánica de Fluidos, Hidráulica, Estructuras, Física, Cálculo, Algebra tienen la autoría de Ingenieras e Investigadoras?

En mi opinión demasiado pocas.

No se puede soñar aquello que no se conoce, entonces tener referentes sí que es importante.

Para mí la diversidad es sinónimo de abundancia, y enriquece las discusiones, agrega puntos de vistas y nuevas miradas, lo cual es más favorable siempre. Según esto la diversidad de género, culturas, especialidades, edades, son una ventaja en los equipos de trabajo, y sobre todo en la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, que en estos tiempos deben dar respuestas a desafíos tan complejos y diversos.

Termino agradeciendo a todos los hombres y mujeres que apoyan y promueven la participación de las Ingenieras en sus organizaciones, y que comparten los espacios de crecimiento laboral e intelectual entre sus equipos, sin estereotipos de género.

 

Karla González Novion

Ingeniera Hidráulica

Directora SOCHID